sábado, 8 de diciembre de 2007

MOUNT COOK




Tambien llamado Aoraki por los maories, el monte Cook es la mayor cumbre de los Alpes, con casi cuatro mil metros, y a su lado se encuentran casi todas las cimas que sobrepasan los tres mil, el Sefton, el Tasman, el Aspiring y algunos otros.

El tiempo me ha seguido acompanando, ya estoy empezando a pensar que los dioses maories estan velando por mi en este viaje, asi que pude disfrutar de las vistas y de los trekkings por este lugar en todo su esplendor. Naturalmente, no subi a la cima, para eso hay que estar bien preparado y saber mucho de escalada sobre hielo. Ademas, en esta epoca resulta mas peligroso que en invierno, ya que debido a la entrada del verano y el deshielo abundan las avalanchas.

Nada mas llegar a Mt.Cook Village aparque la furgo en uno de los campings que lleva el DOC (Department of Conservation), algo asi como el Icona espanol, y estuve tres dias sin parar de pegarme caminatas. Primero me fui por la cara este del Cook hasta llegar al glaciar Tasman, despues por el oeste llegando al lago donde termina el glaciar Hooker, una maravilla, disfrute todavia mas que en Fiordland. El ultimo dia me hice un trekking de unas ocho horas, fui pasando de un sendero a otro y acabe en una pista a unos veinte kilometros de donde estaba acampado. No es que me hubiera perdido, llevo muy buenos mapas, pero estaba tan lleno de energia que me daba igual donde acabara, ya llegaria al camping de alguna forma. Finalmente, me puse a hacer autostop y en menos de diez minutos paso una camioneta que me llevo de vuelta a mi querida furgo, esa noche dormi como un bebe. Llevaba bastantes kilos en la mochila, entre agua, algo de comida y ropa de abrigo, pero la ropa ni siquiera la necesite, acabe mi trekking en pantalon corto y sin camiseta al lado de un lago donde habia pequenos icebergs, alucinante.

El camping estaba situado a los pies del Mt.Sefton, que por su orografia es donde mas avalanchas se producen, aunque sin peligro ya que caen a una vaguada donde esta cortado el paso. Estabamos unas ocho o diez furgonetas y unas cuantas tiendas de campana y por las noches pudimos ver, mejor dicho oir alguna que otra. Primero oyes como una especie de bombazo, es una arista de hielo y nieve que ha caido desde una buena altura, y seguidamente el sonido estremecedor de toneladas de nieve cayendo ladera abajo, nunca habia oido algo asi y la verdad es que la primera vez me acojone un poco, pero me dijeron que no habia ningun peligro, que no podia llegar hasta donde estabamos.

En este viaje esta naciendo en mi una relacion muy especial con la montana, que nunca habia tenido, o ya la habia olvidado despues de tantos anos de vivir en Lanzarote. Antes de emprender mi nomadeo pensaba, claro esta, acercarme a los Alpes, pero no me imaginaba por lo mas remoto que me iba a atraer tanto. Siempre se ha dicho que montaneros y marineros somos almas gemelas, y es cierto. Ambos sentimos la misma fascinacion por esa inmensidad que tiene la naturaleza que nos hace sentirnos tan pequenos, y sabemos que podemos disfrutar de ella, siempre que nos deje, pero nunca dominarla. Ahora mismo no podria explicar las sensaciones que estoy sintiendo caminando entre monte y monte, llegar a un sitio, descansar un rato, respirar y sentir que estas vivo, plenamente vivo.

Hasta ahora pienso que los ultimos anos he menospreciado el monte en beneficio del mar, siempre he dicho que si no tengo cerca el oceano no me encuentro a gusto, pero vuelvo a repetiros que creo que me he enamorado de las alturas. Ya estaba acostumbrado a las playas, he estado en cientos de ellas paradisiacas en los cinco continentes (releyendo esto ultimo puede que suene un poco pedante, pero es que es la verdad), pero a partir de ahora voy a enfocar alguno de mis proximos viajes pensando en cordilleras. De momento, cuando vuelva a casa, el primer fin de semana que me cuadre... a por el Teide.