viernes, 7 de diciembre de 2007

FIORDLAND



El Fiordland National Park es uno de esos sitios que nadie que viaje a Nueva Zelanda puede perderse. Esta formado por los mundialmente conocidos fiordos del suroeste del pais, otro paisaje espectacular donde tambien se rodo El Senor de los Anillos. El Mar de Tasmania se introduce en los valles de los Alpes del Sur formando grandes laberintos de monte, bosque y agua. Los principales son el Doubtfoul Sound y el Milford Sound, yo me dedique mas a recorrer el segundo, ya que el primero es bastante inaccesible y requiere gastar una buena cantidad de pasta entre aviones y barcos.

Llegue un dia por la tarde al lago de Te Anau, un precioso pueblo para establecer el campamento base y hacia un dia esplendido, asi que alquile un pequeno catamaran que puede llevarlo una sola persona sin problemas, un Hobbie 16, y me perdi unas cuatro horas por el lago hasta que se puso el sol, buen comienzo para conocer el lugar.

Al dia siguiente cogi la Milford Road, dicen que es una de las carreteras mas bonitas del mundo, no se si tanto pero seguro que anda cerca, son unos ciento veinte kilometros hasta el principio del fiordo que tardas en recorrer un monton de horas, porque cada dos por tres te paras a sacar unas fotos o a hacer algun pequeno trekking entre bosques y lagos. El problema es que Fiorland es como el Athletic, que nunca gana tres partidos seguidos; en esta zona es parecido, nunca esta mas de tres dias seguidos sin llover y estuvo cayendo una buena todo el dia.

Aun asi, las vistas seguian siendo espectaculares, impresionaba tanta niebla y nubes bajas, de repente salia un poco el sol y aparecian un par de arcoiris aqui y alla, miraras donde miraras veias un monton de cataratas caer por las laderas de los Alpes; en fin, todo un espectaculo, pero a medias, no se veian las cimas de las montanas. Asi que decidi quedarme acampado al final de la carretera ya que las previsiones para el dia siguiente eran buenas, venian altas presiones por Tasmania y eso significaba sol y buen tiempo (de esto ha pasado mas de una semana y todavia sigue el sol).

Y el dia siguiente fue espectacular. Me desperte pronto para recorrer un par de senderos y a mediodia me subi a un barco de los que recorren los fiordos hasta el mar. Menudos laberintos maritimo-terrestres, no me extrana que mi admirado James Cook pasara un par de veces por esta zona sin darse cuenta de las muchas entradas que habia tierra adentro. Tengo que decir que al ser un sitio tan famoso te encuentras de vez en cuando con hordas de turistas de paquete organizado, pero solo en el puerto de Milford, en los sitios de trekking no te encuentras mas que cuatro gatos y un monton de "keas", un loro tipo tropical de la zona. Aun asi, entre todos los super barcos que habia, yo escogi el mas pequeno; mas barato, solo unas quince personas a bordo y una tripulacion encantadora que no paraba de darte cafe para combatir el fresquito de esa zona.

En esta zona te puedes hacer el Milford Track, que es un trekking que dura unos cinco dias, hay varios refugios distribuidos por la zona, pero lamentablemente, aunque ando fisicamente a tope, mucho mejor de lo que esperaba, no tenia material ni ropa apropiada para enfrentarme a esta caminata. Ademas aqui hay que andar con mucho ojo, el tiempo puede cambiar cuando menos te lo esperas. Hace poco murieron un par de italianos que salieron de paseo y fueron mas alla de donde manda el sentido comun; iban en camiseta y pantalon corto, cambio el tiempo, se perdieron con la niebla... y aparecieron al dia siguiente, muertos por hipotermia. El tio que me lo conto tenia un sentido del humor un tanto macabro. Me dijo que los encontraron abrazados, seguramente para combatir el frio, pero estaban tan duros y agarrotados que les tuvieron que romper varios huesos para poder separar los cuerpos, y segun me lo contaba soltaba una risita maliciosa, ji, ji, ji, que bestia!

En las fotos que acompanan este capitulo podeis ver la diferencia entre lo que se veia con mal tiempo y con buen tiempo, pero las dos imagenes son preciosas, verdad?