martes, 20 de noviembre de 2007

VIAJAR SOLO


Pero te vas de viaje tu solo? Estas loco! Y no es peligroso? Y no te aburres? Que tio tan raro! Estas son algunas de las cuestiones que invariablemente me plantean algunas personas cuando me preguntan sobre lo que voy a hacer en vacaciones. No los que me conocen bien, naturalmente, ni los que tienen la mente un poco mas abierta, sino el resto de la gente mas o menos "convencional". Yo siempre les animo a que lo prueben, y veran como cambia la perspectiva que tienen del mundo y de sus propias vidas. Cierto es que en Espana sigue siendo poco comun esta forma de viajar, pero en paises mas civilizados que el nuestro es algo muy normal, casi de obligado cumplimiento al menos una vez en la vida.

Desde que tengo uso de razon me encanta viajar, y siempre me apuntaba a ir con los mios donde fuera. Es curioso, despues de tantisimos anos y todavia recuerdo perfectamente el olor del coche familiar, esa mezcla de la tapiceria de los asientos con el humo del tabaco rubio que mi padre no cesaba de fumar. Despues he seguido viajando solo, con familiares, con amigos, con la novia de ese momento, e incluso alguna travesia en velero con companeros de tripulacion que no habia visto en mi vida y de casi todos estos viajes guardo un grato recuerdo; pero definitivamente me inclino por ser un viajero solitario, un lonely traveller.

Creo que a esta forma de moverme le empece a coger el gusto cuando al tener ya la mayoria de edad solia pasar algun verano en Alemania. Me establecia en Munchen, en casa de unos tios mios, pero a la primera oportunidad me ponia a hacer autostop en la autopista con cuatro duros en el bolsillo y un cartel donde se leia Berlin, o Viena, o Venecia, aunque alguna vez no llegara a cumplir ni la mitad del trayecto.
Mas de una vez tuve que echar el saco de dormir en una estacion de tren, o en el portico de una iglesia, o en soportal de un escaparate; y alguna otra vez tuve que robar algo de comida en un supermercado para llenar un poco la barriga.

Recordando esto ahora, tengo que reconocer que alguna vez las pase putas, pero era joven, estaba lleno de vitalidad y me sentia el tio mas libre del mundo. Cuando al cabo de unos dias regresaba a casa de mis tios maldormido y muerto de hambre, agradecia la comida caliente de la tia Martha y las largas charlas con el tio Jack, pero por la noche, bajo el edredon, rememoraba aquellas pequenas aventuras y notaba que estas fortalecian mi mente, forjaban mi caracter y me permitian conocerme a mi mismo un poquito mejor.

No soy padre, que yo sepa, pero si tuviera un hijo le recomendaria que una vez acabados sus estudios se perdiera un ano por el mundo antes de meterse de lleno en la voragine del mundo laboral y la vida estable; que descubriera otros mundos, otras culturas, otras costumbres, que amara, que sufriera tambien un poco, y todo esto sin depender de mi tarjeta de credito, que buscara un trabajo aqui y otro alla que le permitiera seguir dando tumbos por el planeta y seguro que volveria a casa mucho mas maduro y formado.