martes, 27 de noviembre de 2007

CHRISTCHURCH, LA PEQUENA LONDRES


Christchurch es la capital de la isla sur, y la verdad es que no tenia pensado pasar por alli, quizas solo un par de horas, pero la verdad es que me sorprendio gratamente. Es como Londres en diminuto, con solo trescientos mil habitantes, pero su centro historico esta compuesto por los tipicos edificios de ladrillo rojo, los tipicos pubs ingleses y hasta las cabinas de telefono tipicas de la city inglesa. Ademas se ve calidad de vida, grandes parques, la gente se mueve en bicicleta y hay un ambientazo increible; supongo que el invierno sera bastante crudo, asi que con el buen tiempo todo el mundo aprovecha la calle y las terrazas de los bares.

Llegue aqui practicamente de casualidad. Venia de la costa oeste atravesando el Arthur's Pass, una carretera que quita el hipo, atraviesa los Alpes del Sur de costa a costa y las vistas son espectaculares, aunque extranamente, al estar el tiempo tan bueno no habia tanta nieve como en la isla norte con lo que el trayecto fue un paseo. La verdad es que estaba un poco acojonado pensando en las condiciones que encontraria a tanta altura, niebla, nieve, el paso cortado y esas cosas, pero todo fue como la seda.

Hice una parada en el camino a preparar algo de comer y alli coincidi con unos australianos. Me preguntaron si iria al concierto y yo sin saber nada pregunte a que concierto se referian. Me dijeron que ese dia se celebraba el Christchurch Roots Festival, el mayor concierto de reggae de todo Oceania, segun me dijeron. Asi que dicho y hecho, me apunte con ellos.

El concierto era gratis y se celebraba al aire libre, en el Hagley Park, y fue un autentico espectaculo, decenas de grupos de reggae africanos y caribenos. Despues estuvimos de marcha hasta las tantas por la city, asi que me quede a dormir en un parking cerca del parque.

Y a la manana siguiente me pude desquitar de mi torpeza en el partido de rugby que jugue hace unas semanas. Me apunte a un partido de futbol en el Hagley Park, un equipo de neozelandeses contra otro del resto del mundo, y les pegamos un buen palo; y es que estos kiwis no tienen ni idea de jugar al "soccer", se creen que tienen que ir todos corriendo detras del balon. Me puse de mediocentro, sin correr mucho, la verdad, y les di un par de lecciones sobre como situarse en el campo.